En los últimos años, la afluencia de preocupaciones morales en torno a las violaciones de la privacidad, la recopilación de datos, la censura y las noticias falsas ha impulsado la conversión para una renovación de las plataformas de redes sociales que han llegado a dominar nuestra democracia. La prevalencia y la gravedad de estos problemas incluso han comenzado a disuadir a los usuarios conscientes de que se alejen de gigantes centralizados como Facebook, YouTube y Twitter, en favor de alternativas más liberadoras. El rápido surgimiento de la tecnología de criptomonedas y blockchain, específicamente sus características nativas de descentralización, transparencia y recompensa comunitaria, ha potenciado el surgimiento de estas iniciativas de próxima generación.
En el futuro, un movimiento hacia soluciones de identidad descentralizadas es esencial para garantizar la privacidad y seguridad de los datos. Al facilitar la ejecución de la tecnología de extremo a extremo en blockchain, las soluciones descentralizadas permiten que la información privada se comparta de forma segura, mientras que los usuarios mantienen el control total de sus datos. A diferencia de las soluciones centralizadas, los sistemas descentralizados garantizan que los datos privados permanezcan inmutables y seguros y solo se puedan compartir cuando los usuarios dan su consentimiento para proporcionar información.