Bitcoin que apoya a Liz Truss se convierte en la nueva primera ministra

Mary Elizabeth Truss ha sido anunciada como la 56ª Primera Ministra del Reino Unido e Irlanda del Norte, ya que los conservadores logran entregar a una tercera mujer para el puesto más alto. El trabajo se mantiene en ninguno.

Truss, quien pocos esperaban ganar antes de su sorpresa al llegar a los dos finalistas, ha logrado navegar aguas altamente competitivas al mantener una posición en el gabinete a través de tres gobiernos, y ahora lidera el país.

Su plan es reducir los impuestos y gastar más, particularmente en infraestructura, en un intento por impulsar la economía por la vía rápida del crecimiento.

Su principal prioridad es ver un aumento del PIB del 2,5% anual, en promedio, significativamente más alto que el promedio del 1% desde 2008.

La economía también es la prioridad del público ahora que han pasado las dos décadas de guerra, en lo que respecta a nuestros propios soldados, con el foco muy puesto en salir de las dos décadas de estancamiento.

Eso la convierte en la dama con un plan, mientras que los rusos la llamaron en broma la Dama de Hierro después de que Truss condujera un tanque en Estonia advirtiendo a Rusia justo antes de que Putin invadiera Ucrania.

Queda por ver cuánto de una broma es la nueva etiqueta de Iron Lady, ya que Truss enfrenta un momento difícil para ejecutar su plan.

Tampoco está claro cuántas criptomonedas incluirán en sus ambiciones de impulsar el crecimiento, pero en 2018 la nueva Primera Ministra dijo:

“Deberíamos dar la bienvenida a las criptomonedas de una manera que no restrinja su potencial. Liberar áreas de libre empresa eliminando las regulaciones que restringen la prosperidad. #PolicyExchange #futureoffreedom #shakeup”.

Tendrá el respaldo de los funcionarios del Tesoro en lo que respecta a la criptografía, y quizás aún más ampliamente ahora que parece poco probable que una figura similar a Svengali, Dominic Cummings, la acompañe.

El plebeyo, para empezar, también tendrá el respaldo total del país en un momento más decisivo, y no solo para la economía del Reino Unido, sino potencialmente para todo el oeste.

Porque si Gran Bretaña puede encontrar una fórmula para salir del estancamiento, el resto seguirá, y en el proceso puede haber comenzado una nueva era.