El objetivo de esta estafa es la gente joven. «Son el público más cercano a este mundo, es el sector en el que más paro hay y las personas que suelen tener más tiempo libre», dice el profesor Dan Gómez. Pero las ‘criptosectas’ también hacen presa con personas de edad más avanzada. El procedimiento es diferente. Te introducen en una comunidad. Te presentan gente con la que incluso quedan para jugar al pádel o hacer un viaje. Establecen un vínculo de confianza. Después invierten grandes cantidades en la compra de supuestos bitcoins.
Fernández cuenta un caso. El de un padre de familia que invirtió todos sus ahorros para hacerse con seis bitcoins. Llegado el momento, quiso retirar el dinero. Al inicio le pidieron 15.000 euros de impuestos correspondientes al país en el que estaba alojada la inversión. A los pocos días los seis bitcoins (unos 180.000 euros) habían volado. «Hay gente que no le ha dicho nada de esto ni a su familia. Que piden créditos para tapar la estafa en su casa. Lo único que quieren es recuperar lo invertido», cuenta.
Herminio Fernández ha sido testigo directo de varias estafas. Lleva años dedicado a gestión de criptoactivos. Parte de él lo dedica a alertar de las estafas a través de redes sociales. «Cuando detecto un tweet o una publicación en Facebook prometiendo rendimientos irreales, los denuncio», asegura. Añade, «me han amenazado de muerte por hacerlo».
Fuente: eldebate.com
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