El mundo ha estado experimentando cambios significativos en los últimos años, con la tendencia a la globalización que dominó la economía mundial durante varias décadas comenzando a desvanecerse. El auge de las políticas proteccionistas, las guerras comerciales y las sanciones impuestas por países como EE. UU., el Reino Unido y la UE contra China y Rusia han alimentado aún más esta tendencia. Con las empresas occidentales retirando su fabricación de China y mirando hacia la India y otras regiones en busca de mano de obra más barata, se hace evidente que la localización es el futuro.
Este cambio hacia la localización ha sido previsto desde hace mucho tiempo por organizaciones como ENVIENTA, que se inició hace ocho años para abordar los desafíos que plantea la globalización. El uso cada vez mayor de la impresión 3D, el intercambio de conocimientos en Internet y el surgimiento del “movimiento maker” allanaron el camino para un futuro en el que las comunidades locales pueden producir lo que necesitan, reduciendo su dependencia de las cadenas de suministro globales. En este artículo, exploraremos las razones del declive de la globalización, el auge de la localización y cómo ENVIENTA y otras organizaciones similares están allanando el camino para un futuro más autosuficiente.
Durante varias décadas, la globalización fue vista como el futuro de la economía mundial, ya que los países abrieron sus fronteras y adoptaron el libre comercio. Esto condujo a un aumento significativo en el flujo de bienes, servicios y capital a través de las fronteras, lo que resultó en un mayor crecimiento económico y desarrollo. Sin embargo, en los últimos años, la marea ha comenzado a cambiar en contra de la globalización, con países mirando hacia adentro y centrándose en sus propios intereses.
Un factor importante que impulsa este cambio son las crecientes tensiones entre Occidente y China. Durante varios años, los países occidentales han acusado a China de prácticas comerciales desleales, como manipulación de divisas, robo de propiedad intelectual, espionaje digital y transferencias forzadas de tecnología. En respuesta, EE. UU. y otros países han impuesto aranceles y otras restricciones comerciales a los productos chinos, lo que hace que sea más costoso para las empresas fabricar allí. Esto ha llevado a muchas empresas occidentales a mirar hacia otros países como India y Vietnam en busca de mano de obra y fabricación más baratas.
Otro factor que impulsa el declive de la globalización es el conflicto en curso entre Rusia y Ucrania. La UE y EE. UU. han impuesto sanciones a Rusia, aislándola aún más de la economía global. Esto ha dificultado que las empresas rusas hagan negocios con Occidente, obligándolas a buscar nuevos mercados en otros lugares.
Con el declive de la globalización, la localización se ha convertido en la nueva tendencia en la economía mundial. La localización es el proceso de producir bienes y servicios localmente, reduciendo la dependencia de las cadenas de suministro globales. Esta tendencia ha sido posible gracias al creciente uso de la impresión 3D, el intercambio de conocimientos en Internet y el surgimiento del “movimiento maker”.
Una de las principales ventajas de la localización es que reduce la huella de carbono de los bienes y servicios. Con la producción local, no hay necesidad de transportar mercancías a través de largas distancias, lo que reduce las emisiones asociadas al transporte. Esto hace que la localización sea una parte importante de la lucha contra el cambio climático.
Otra ventaja de la localización es que promueve la autosuficiencia y la resiliencia. Al producir bienes y servicios localmente, las comunidades pueden volverse más autosuficientes, reduciendo su dependencia de las cadenas de suministro globales. Esto es particularmente importante en tiempos de crisis, como durante la pandemia de COVID-19, cuando se interrumpieron las cadenas de suministro mundiales y los países tuvieron que depender de sus propios recursos para producir bienes y servicios.
ENVIENTA es una organización que lleva ocho años trabajando por el futuro de la localización. La organización se fundó para abordar los desafíos que plantea la globalización y crear un futuro más sostenible y autosuficiente. La misión de ENVIENTA es empoderar a individuos y comunidades para que creen sus propios productos y servicios mediante el uso de tecnología de código abierto y el intercambio de conocimientos.
La plataforma de ENVIENTA proporciona un espacio para que las personas compartan sus ideas, diseños e innovaciones, lo que facilita que otros accedan a ellos y se basen en ellos. La plataforma se basa en los principios de la economía circular, donde los recursos se mantienen en uso durante el mayor tiempo posible, reduciendo los desechos y el impacto ambiental.
Una de las tecnologías clave que está impulsando ENVIENTA es la impresión 3D. La impresión 3D es un proceso de fabricación que permite crear objetos mediante la construcción de capas de material, como plástico o metal. La impresión 3D tiene el potencial de revolucionar la fabricación, ya que permite que los objetos se produzcan bajo demanda, localmente y sin necesidad de herramientas costosas.
Otra tecnología que está impulsando ENVIENTA es blockchain. blockchain es un libro de contabilidad digital descentralizado que registra las transacciones de forma segura y transparente. blockchain tiene el potencial de revolucionar las cadenas de suministro, ya que permite el seguimiento de bienes y servicios desde su origen hasta su destino final, reduciendo el riesgo de fraude y corrupción.
La visión de futuro de ENVIENTA es aquella en la que las personas y las comunidades tienen las herramientas y el conocimiento para producir lo que necesitan localmente, reduciendo su dependencia de las cadenas de suministro globales. Esta visión está alineada con la tendencia emergente hacia la localización, a medida que más y más personas reconocen los beneficios de producir bienes y servicios localmente.
El mundo está experimentando cambios significativos, con el declive de la globalización y el auge de la localización. Las crecientes tensiones entre Occidente y China, y el conflicto en curso entre Rusia y Ucrania, han alimentado esta tendencia. El auge de la impresión 3D, el intercambio de conocimientos en Internet y el movimiento maker allanaron el camino para un futuro en el que las comunidades puedan producir lo que necesitan localmente.
Organizaciones como ENVIENTA están liderando el camino hacia un futuro más sostenible y autosuficiente. Al promover la tecnología de código abierto, el intercambio de conocimientos y los principios de la economía circular, ENVIENTA está empoderando a las personas y las comunidades para que tomen el control de su propia producción.
La localización no está exenta de desafíos, pero ofrece un camino a seguir en un mundo que enfrenta importantes desafíos ambientales, económicos y sociales. El futuro puede ser incierto, pero al adoptar la localización y los principios de sostenibilidad y autosuficiencia, podemos crear un mundo más resistente y próspero para todos.