El mercado inmobiliario checo, sin duda, está experimentando un auge en comparación con años anteriores. Los precios casi se duplicaron en la mayoría de las regiones. Las propiedades inmobiliarias se vuelven extremadamente atractivas para los inversores que aportan del 4 al 10% de la ganancia anual neta. Mientras que antes los bienes raíces checos atraían a los inversores vecinos de Alemania, Polonia, Eslovaquia, Rusia y algunos otros países, hoy en día esa tendencia se había extendido muy lejos.
Según las estadísticas de 2010, el patrimonio comercial checo fue comprado principalmente por inversionistas de 10 países y en 2018 la ubicación geográfica de los inversores más activos incluye 25 países.
Durante los últimos años, la República Checa se volvió atractiva para los inversores del mercado asiático. Se espera que los inversionistas chinos alcancen el top-3 según el volumen total de inversiones. Así, el mercado inmobiliario checo está a punto de ser cada vez más rentable bajo la influencia de las inversiones que crecen en todo el mundo.
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