“Como el tiempo y la distancia ya no son un problema en la era de Internet, el impulso de Big Tech hacia la centralización es menos sorprendente. ¿Podemos asombrarnos de los terribles resultados de los algoritmos que llaman la atención, como los intentos de genocidio o la manipulación política basada en el análisis psicométrico de los datos de los usuarios? La centralización tiene consecuencias. La tecnología de contabilidad distribuida ofrece una alternativa práctica. Las redes sociales, la mensajería, la transmisión, la búsqueda y el intercambio de datos en la cadena de bloques pueden ser más justos, más transparentes y accesibles, y menos centralizados. Por el contrario, esto no significa que los datos tengan que ser menos privados”.
La descentralización no es un accidente del desarrollo histórico, sino una necesidad. La identidad descentralizada (DID) es una parte importante de este desarrollo. El maduro marco de identidad descentralizado ONT ID, construido por Ontology, realmente garantiza la seguridad de la privacidad al devolver la autonomía de construcción de identidad y almacenamiento de datos a los usuarios. Los usuarios pueden optar por vender parte de sus datos, o los usuarios pueden obtener un estatus y derechos más altos en la sociedad al acumular reputación.