tener la capacidad de conectarse e interactuar con otros nodos; medir y monitorear el rendimiento de la conexión; recopilar varios datos cualitativos, como la latencia y la velocidad; retransmitir el tráfico; idealmente, tener una dirección IPv6 externa; permanecer conectado a la red tanto como sea posible.
El nivel de recompensa se asigna de acuerdo con el valor del nodo para la red. Por ejemplo, los nodos que se ejecutan en PC residenciales nos proporcionan la información de la última milla (la parte de la cadena de red que llega físicamente al usuario final) y el protocolo IPv6 nos permite recibir datos más completos y preparar nodos para compartir la capacidad de la red, así como para conectarse a la red troncal. Por esta razón, los nodos que ejecutan PC residenciales con direcciones IPv6 son los más valiosos, y los nodos con otras especificaciones son menos valiosos, por lo tanto, se recompensan en consecuencia.
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