Enredo significa que los qubits en una superposición pueden correlacionarse entre sí. El estado de uno puede depender del estado del otro. Qubits, explica IBM, "pueden actuar como conmutadores más sofisticados, permitiendo que las computadoras cuánticas funcionen de manera que les permita resolver problemas difíciles que las computadoras de hoy no pueden".
Una comparación común es pensar en un qubit como una esfera imaginaria. Un bit clásico puede estar en dos estados en cualquiera de los polos de la esfera. Un qubit puede estar en cualquier punto de la esfera, lo que significa que una computadora cuántica puede almacenar una enorme cantidad de información y realizar cálculos mucho más rápidamente que una computadora clásica.
Los Qubits son tan sensibles a la luz, el calor o la radiación que el interior de una computadora cuántica es uno de los lugares más fríos del universo, solo un poco por encima del cero absoluto para evitar la "decoherencia" o la caída de su estado cuántico.
Aun así, cerca del cero absoluto, las computadoras cuánticas generalmente solo pueden mantener un microstate cuántico por segundos (IBM estableció un récord en noviembre de 2017 cuando su computadora de 50 qubit mantuvo su microstate por 90 segundos).
Debido a la superposición y al enredo, las computadoras cuánticas pueden procesar una gran cantidad de cálculos simultáneamente, lo que significa que pueden abordar problemas matemáticos extremadamente difíciles que obstaculizan a las computadoras clásicas. Pueden hacer posible estudiar en detalle las interacciones de los átomos y las moléculas y ayudar a diseñar nuevos medicamentos o materiales.
También pueden ser capaces de lidiar con datos financieros complejos y resolver problemas logísticos difíciles, como la forma de enviar productos a nivel mundial al menor costo.